Han sido días muy duros. De la noche a la mañana, nuestra vida ha cambiado y las cosas y relaciones son diferentes. El sentido y el sentimiento empiezan a formar parte de nuestro día a día con una fuerza diferente. La Fe junto el cariño de los amigos, a la fortaleza de mis hijos y la solidez de mi mujer, nos sostienen y ayudan a dar esta pelea que como dicen los expertos, está ocurriendo "Gracias a Dios".
La detección temprana es clave y en especial cuando son temas al estómago. En el caso de mi mujer, una simple gastritis nos permitió descubrir que había algo más y actuar a tiempo. Hubo una operación y estamos confiados de que esta será la solución y que todo esto ya es historia, y si no es así, estamos listos para seguir peleando, tenemos las mejores armas del mundo, familia, amigos, y a Dios.
Las muestras de cariño que hemos recibido en estos días han sido impresionantes, nunca pensé que se podría llegar a tal extremo. En este mundo acelerado y globalizado, hay bellísimas personas, que sienten, que rezan, que te acogen, que te dan esperanza, que te dicen y te demuestran que te quieren.
Las muestras de cariño han sido muchísimas, no me atrevo a comentar ninguna puesto que tengo temor a que en este momento se me olvide otra y sería terriblemente injusto.
Sólo quiero decir, gracias, muchas gracias, mil gracias a todos. Gracias a Dios.