lunes, marzo 05, 2007

Chilenos de Viaje



“STAND BEHIND THE YELLOW LINE”, “WAIT HERE”, “PLEASE ALTERNATE” o “WAIT UNTIL BE SEATED” no son expresiones demasiado difíciles de entender o que requieran un alto conocimiento del idioma inglés para comprenderlas. Tampoco pasan desa-percibidas, ya que por lo general, están escritas en el suelo sobre fondos amarillos o rojos o, en carteles frente a los accesos. Por último, abriendo un poco los ojos y viendo lo que hacen los demás, una persona se puede dar cuenta de qué se trata el mensaje.

Estas son normas cívicas básicas que enseñan en Estados Unidos y en Europa, que les permite una mejor convivencia y ordenamiento en lugares donde hay más de una persona.

Pues bien, claramente en Chile no tenemos estos hábitos y en nuestros genes (no quiero generalizar pero así ocurre en una gran parte de nuestras querida comunidad) llevamos algo impregnado que es casi absolutamente lo contrario a lo que dicen estas normas de buena convivencia.

Para ello, basta con viajar un poco y veremos como en los aeropuertos y restoranes de USA la gente respeta estas normas y cuando llega un grupo de chilenos (probablemente pase lo mismo con algún otro grupo de latinoamericanos, pero no me consta) pasan por sobre todo el resto, gritan, botan los separadores, dejan sus maletas atravesadas, en fin, generan un caos que se destaca en medio de tanto orden. Es ese el momento en que me da lata, me molesta que no respetemos estas normas tan básicas. Probablemente el éxito económico y el desarrollo de nuestro país en la vecindad latinoamericana, nos haga sentirnos superiores o quién sabe que tipo de derechos nos atribuimos, que nos autorizan a arrasar con el resto. Espero estar equivocado y que yo haya visto sólo excepciones.

Ahora bien, si se trata de un vuelo, veremos que esto no termina cuando llegan al counter, una vez arriba del avión (después de respetar parcialmente el orden de embarque y tratar de ingresar como si el avión se fuera a ir sin ellos) se intentan sentar donde quieren, creyendo que nadie se dará cuenta, ocupan las sombrereras que no están frente a sus asientos y para colmo, llevan todo tipo de bolsas, bolsitas, cajas, coches, alguna bebida para el camino, el sombrero del lugar que visitaron y una que otra cosita para comer. Lamentablemente es un clásico, que todo el mundo observa.

Cuando veo en televisión, que como una manera de paliar el diseño insuficiente del Transantiago, se intenta que las personas respeten las líneas que hay en las estaciones del Metro para ordenar la circulación de las personas, creo que esta titánica labor tiene dos resultados posibles, el fracaso más absoluto, o bien, un cambio radical en nuestros genes generando nuevos hábitos. Por el bien de la convivencia nacional e internacional, espero que sea esto último lo que ocurra. Seguiré observando lo que pasa en los viajes de chilenos para ver si noto algún cambio.

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

tienes toda la razón!

y eso que los chilensis somos más ordenados que muchos otros hispanoparlantes (dije hispano parlantes y no hispanoamericanos).

sls Ramón y cuídate! de los caballos