Movilidad Laboral - Felicidad Laboral

Por lo general, las personas quieren tener empleos que los desafíen, los traten bien y que sean bien remunerados. Por la otra parte, los empleadores quieren tener personas motivadas, comprometidas, flexibles y que permanezcan en el tiempo.

En Chile, la legislación laboral es compleja. Cada día los requisitos para contratar personas son más elevados y la movilidad laboral tiene un alto costo para las partes. Prácticamente no existen trabajos part-time o por hora, como en otras latitudes.

No es extraño en las instituciones y empresas, que haya personas que llevan muchos años trabajando, están cansados, o bien quieren hacer algo diferente, pero no pueden dejar sus empleos porque pierden su indemnización por años de servicio.

A su vez, por el lado de los empleadores, en ocasiones es necesario hacer cambios en los equipos de trabajo, pero el entorno competitivo hace que los recursos sean siempre escasos y no siempre se cuenta con los recursos económicos necesarios, para finiquitar a una persona que lleva años trabajando.

Al final, tenemos personas que lo pasan mal esperando el despido y, empresas que necesitan hacer cambios, inmovilizadas por la falta de recursos. Bloqueándose de esta forma la movilidad laboral.

Esta situación de pago de indemnizaciones está resuelta en otras partes del mundo, con lo que las personas y empresas son libres de hacer cambios. Incluso en Chile, en el caso de las trabajadoras de casa particular, la indemnización es a todo evento. El empleador va pagando mensualmente, sin que sea un desembolso adicional en caso de término de contrato y la persona por su parte, puede renunciar cuando quiera.

Si queremos tener personas más felices en el mundo laboral y con ello más productivas, debemos pensar en mecanismos de indemnización, que no dejen amarradas a las partes en el tiempo. 

Este estudio publicado por Pivotes entrega importante evidencia de nuestro país y de los países de la OCDE.