Cada vez que veo que un candidato argumenta sus propuestas con hechos del gobierno de Allende o de Pinochet, me molesta y siento que no tiene un proyecto de gobierno de largo plazo al que debierámos optar como país. A la más mínima presión o debate, aparecen estas figuras del pasado dejando en evidencia la poca imaginación y preparación.
El tener períodos de gobierno de tan sólo 4 años, nos obliga a reinventarnos como país, por lo que debemos armar un proyecto de desarrollo de largo plazo, independiente de los gobiernos de turno (derecha o izquierda), generando una renovación de líderes, con visión de futuro y no de pasado.
4 comentarios:
Mis hijos ya crecidos son los que me han enseñado que es tanto mas facil decir que hacer; esto a partir de sus críticas a mi poco hacer, en relación a tanto decir.
Cierto, tan cierto lo que dices...
Lo curioso es que el discurso no se condice con la realidad. Seguimos hablando de Allende y Pinochet, pero hemos ido construyendo NUESTRO país, más allá de las diferencias. Qué me dices del tremendo desarrollo en infraestructura vial, las nuevas líneas de metro, el transantiago (que aunque lo pelen, es un cambio en la dirección correcta).
Los privados, por su parte, han hecho tremendos esfuerzos en términos de innovación, principalmente en el tema de la tecnología aplicada a los cultivos. En cada racimo de uva, o en cada manzana que se vende en el extranjero hay tecnología de punta.
Lo que te quiero decir, es que creo que sí estamos construyendo nuestro Chile a largo plazo, sólo que no nos damos cuenta. Es algo así como un problema de falta de autoestima nacional, de esa que les sobra a los argentinos, y de falta de renovación de la clase política. Por eso, en las campañas seguimos pegados en temas que no aportan nada, y pisando el palito que nos ponen los menos competentes.
Creo importante generar un proyecto de largo plazo. Será la única forma de crecer en forma ordenada y constante, protegidos de la aparición de nuevos caudillos como está ocurriendo hoy en ámbito latinoamericano.
Cierto, también lo he pensado. Hubo un tiempo en que incluso estuve preocupada, porque me daba cuenta que, al menos en el plano económico, seguíamos sacando manteca de los motores echados a andar en la época de Pinochet.
Bueno que pongas el tema, es una conversación que debiera estar muy presente!
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