domingo, marzo 19, 2006

Angustia Nocturna

Desde hace tres meses, estoy viviendo a menos de una cuadra de la Av. Apoquindo y sistemáticamente, todas las noches escucho frenadas interminables que en la mitad de los casos a lo menos, terminan con un golpe y eso que estoy en una parte recta.

Luego del choque, se activan todas las guardias de emergencia, Seguridad Ciudadana, Bomberos de Rescate, Ambulancias, etc. y pienso siempre lo mismo, ¿Se habría podido evitar? ¿Cuántos heridos o muertos hubo esta vez? No exagero, lamentablemente no tengo a la vista la estadística por esquina, pero estoy seguro que el número de heridos no es nada de despreciable y me refiero sólo a la esquina de Warren Smith con Apoquindo. ¿Qué pasa si a esto le sumamos el resto de Apoquindo, el resto de Las Condes, el resto de nuestro País?

Cuando llega fin de año, empiezan las estadísticas y vemos que hubo miles de heridos en accidentes de tránsito y centenas de muertos, pero siento que no es más que estadística. ¿Realmente nos importa como ciudadanos? Salgamos a la calle y veremos que nos da lo mismo, o al menos, lo olvidamos cuando conducimos.

Diariamente vemos como las personas se atraviesan en sus autos, no respetan su pista, doblan donde no deben, existiendo un espacio aceleran lo máximo posible, superan todo el marketing de capacidad de los vehículos cargando los autos con decenas de niños, etc, etc.

Si a todo esto le agregamos que no hay fiscalización alguna, ni de día ni de noche, nadie controla la velocidad, el tránsito ni el consumo de alcohol. Nuestra ciudad queda a merced de nuestra cultura cívica, que lamentablemente como nación es muy pobre.

Me resisto a poner vidrios con doble panel en las ventanas para aislarme del ruido de estos accidentes (aunque no lo sean tanto), prefiero invitar a mi ciudad a crecer y respetarnos.

Esta noche soñaré que este caos es temporal y que estamos en un proceso de crecimiento y desarrollo, hasta que una nueva frenada me despierte y el cuento comience nuevamente.

4 comentarios:

Gabriel Bunster dijo...

Todos hemos corrido cuando lolos en esos horarios en que la ciudad duerme; es el joven que de su dependencia y atrape colegio/hogar siente que el mundo es de él y lo sale a conquistar, rompiendo reglas y barreras; el problema es que los autos de hoy corren no se cuantas veces más que los de mi epoca, y por eso hoy se matan tanto.
Parece un problema insoluble.

Ramón dijo...

Gabriel, tienes toda la razón, cuando jovenes hacíamos algo parecido. Sin embargo, los tiempos han cambiado, hoy no dejo a mi hija cruzar una avenida sola, yo a su edad me iba sólo al supermercado. Los autos son más rápidos y a la vez, producto de lo que nosotros vivimos, simplemente queremos cuidarlos.

Andrea Brandes dijo...

Que bue post, Ramón!
Fatástico, invitar a nuestra ciudad a crecer y a vivir en respeto.
El tema de la fiscalizaciòn del alcohol en las personas que manejan, me parece super relevante.
Ojalá que se hiciera una campaña en contra del consumo de alcohol en conductores, con la misma vehemencia que se está haciendo contra el tabaco. Los muertos en accidentes de tránsito supera con creces a los muertos como consecuencia del tabaquismo, también supera a la cantidad de muertos por hechos criminales. Para qué decir la cantidad de heridos con lesiones que los acompañan de por vida.
Conclusión: no será que estamos priorizando mal?

Peter Hatton dijo...

Respecto de lo que dice Andrea, les quiero contar lo siguiente. En Australia, cuando sacas carnet de manejar la primera vez, manejas 3 años con una placa con una letra 'P' al costado de la patente (Principiante). Si es que eres pillado con alcohol en su mas minimo grado, te quitan el carnet de por vida!
Creo implementar medidas drasticas como estas ayudaria a formar conciencia en nuestra flota de conductores nocturnos y reduciria el mundanal ruido nocturno de nuestra ciudad...