Conozco un niño que no puede olvidar de llevar al colegio su pelota de fútbol, pero regularmente, algo olvida.... su colación, su bolso de gimnasia, su cotona, su chaleco, su parka, etc.
En más de una ocasión he tenido que ir a asistirlo, ya que, agota rápidamente la paciencia de su madre cuyo deseo es dejarlo castigado por los próximos 10 años.
Lo salva siempre su cara dulce y tierna, la que complementa con una simpatía capaz de resistir cualquier reto o castigo, el que evoluciona rápidamente a sólo un llamado de atención e incluso a un beso. ¡Es increíble!
Mi gran duda es: ¿Cuánto tiempo durará esta situación? ¿Existirá algún día donde el llevar todas las cosas que debe llevar, sea tan importante como llevar la pelota de fútbol?
1 comentario:
difícil de adelantarse a los hechos, pero creo que sí, que algún día no olvidará todo lo demás por la pelota...
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