No deja de sorprenderme las inversiones millonarias comprometidas en los diseños de los centros comerciales, donde la esperanza es tener un gran flujo de personas, y la poca importancia o tiempo que le dedican al diseño de los estacionamientos y los flujos de los vehículos. Cada vez que comento esto con algún amigo, este me da un ejemplo que voy agregando a mi lista.
Dentro de los más relevantes y simbólicos, tengo al estacionamiento del Alto Las Condes, donde para salir hacia la calle Padre Hurtado hay que seguir las indicaciones de dos "directores de tránsito" y además a mitad de camino la señalética deja de indicar Padre Hurtado ofreciendo como alternativas: Vitacura o Las Condes (¿?). Espero que los turistas o extranjeros siempre vayan en taxi porque de lo contrario no podrán encontrar nunca la salida a Padre Hurtado.
También tenemos casos emblemáticos como el del estacionamiento subterráneo de Providencia, donde hay que ir en un auto bajo y ojalá corto con un radio de giro pequeño, sino lo topará a la entrada o a la salida. Es recomendable ir en un Mini o Fiat 600, si es que quedan.
Si de visitas médicas se trata, el que se lleva todos los premios es el de la Clínica Santa María, cuidado al entrar ya que se cruza con la salida y hay que estar atento al "Director de Tránsito".
Y su buscamos uno confuso, con salidas que se cruzan con la entrada, está el del Jumbo del Portal de La Dehesa. En este hay que tener mucho ojo ya que cualquier topón son al menos un par de millones.
Me parece que ha llegado el momento de incluir entre los proyectistas de estas propuestas inmobiliarias a Ingenieros de Tránsito, ya que al parecer, el diseñar estacionamientos con sus accesos como corresponde, es todo un desafío ingenieril.
2 comentarios:
Es cierto que la remodelación del estacionamiento del Alto Las Condes fue un auténtico fracaso: ¿se darán cuenta?
Tal como pueden ver, lamentablemente todos tenemos ejemplos.
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